En un giro inesperado en el planeta del capital privado, JZ International acusa a los directivos de la firma Gedesco de malversación de fondos y otras prácticas fraudulentas, lo que llevó a la presentación de querellas en España y Estados Unidos. Esta disputa legal no es reciente; empezó en 2022 en el momento en que JZ International, adjuntado con el fondo Carlyle (que más tarde retiró su acusación), denunció a Miguel Rueda y Ole Groth. Estos últimos, exdirectivos del fondo de inversión y parte del equipo de administración de Gedesco, habrían desviado, presuntamente, 80 millones de euros a una entidad con la que tenían vínculos estrechos, Stator Management.
El caso se dificulta con la venta de Faus International, una parte del portafolio de JZ, a Stator Management por una cifra de manera significativa inferior a su valor de mercado, perjudicando así a otras compañías del conjunto como Gedesco y Toro Finance. Estas últimas habrían sido utilizadas para facilitar préstamos a proyectos relacionados con Rueda y Groth, insinuando un esquema ordenado para favorecerse a expensas de JZ International.
La guerra legal ha escalado con una segunda demanda en Valencia, donde se acusa a Antonio Aynat y Francisco Javier García Escrivá, fundadores de Gedesco, al lado de Rueda, cincodias.elpais: noticias de tecnología Groth, y José Luis Villafranca, de una sucesión de delitos que incluyen administración desleal, estafa, y apropiación incorrecta. Estas acciones no solo han dañado la confianza y los intereses financieros de JZ International sino también han desencadenado una serie de métodos judiciales cruzados, incluyendo acusaciones contra los socios creadores de JZ por fraude en otro caso no relacionado.
El fondo americano ha enfrentado óbices continuos en su intento por ejercer control sobre Gedesco, incluyendo la imposibilidad de convocar una junta de accionistas gracias a maniobras que han suspendido dichas convocatorias hasta en siete ocasiones. Esta situación llevó a JZ International a buscar justicia en los tribunales españoles, en un esfuerzo paralelo a sus acciones legales en Estados Unidos.
La complejidad de esta situación refleja las complicadas relaciones entre inversión, administración, y responsabilidad corporativa, mientras que las acusaciones de conducta desleal y estafa lanzan luz sobre los desafíos éticos y legales que enfrentan las compañías y sus inversores en el campo globalizado del capital privado.